¿Quién hay detrás de Singularia?

Y varias cosas más. Empezaré añadiendo que nací en 1990 en Canovelles (específicamente en esta calle), donde también crecí. Hoy vivo en Barcelona.

Y sí: como tant@s otr@s y como este blog, tengo una vocación compulsivamente exploradora… que en mi caso viene desde chico.

En este punto, he de confesar que me criaron exponiéndome a un diccionario enciclopédico Espasa que me supuso una epifanía de por vida y cuyas banderas, mapas y reseñas sobre los países más recónditos del globo me abdujeron irremediablemente. Devoré sus páginas cerca de cuatro millones de veces –calculo, a ojo–, y eso, unido a las periódicas escapadas familiares y a todos los atlas y libros viajeros que fueron sucediéndose progresivamente, me convirtió al exploracionismo crónico.

Todo ese trasfondo me llevó a decidir, más adelante, que mi vida profesional tenía que estar vinculada a algo que me permitiera viajar por el mundo y descubrir lugares sin parar.

Así que con esa utópica pero bonita ilusión estudié Traducción e Interpretación.

Y, posteriormente, un Máster en Estudios y Cooperación Internacionales. Y hoy, me dedico a la comunicación (para saber más, haz clic aquí o lee más abajo).

Por suerte, todo ello me ha ido llevando a dar vueltas por el mundo, casi a modo de saltamontes: viví durante un año en Bélgica, durante otros tres en Chile, donde trabajé para las Naciones Unidas y me recorrí todo el país en busca de historias sobre resiliencia comunitaria y desarrollo sostenible. También he pasado alguna temporada en Berlín, y me paseo a menudo por Uruguay, donde tengo a la mitad de mi familia…

En fin, durante ese periplo, he recorrido todos los rincones del mapa que he podido. ¡Y los que me faltan!

Pero no me conformo con ser un explorador confeso; también me encanta contarlo y compartir mi patología pasión con viajer@s y lectores empedernidamente curios@s como yo.

Es por ello que, en noviembre de 2019 eché a andar Singularia, este blog donde pretendo contagiar mi vocación exploradora y reivindicar una manera de (re)descubrir el mundo que no nos deje en la superficie.

Así que… ¡bienvenid@!