La capital de Samoa es la primera del mundo en recibir al 2020 y en dar los buenos días cada mañana. Pero no siempre fue así.
¿Dónde empiezan y dónde acaban los días? En 1884 se decidió emplear el meridiano 180º como línea internacional de cambio de fecha. ¿La razón? Que atraviesa una zona eminentemente despoblada: el Pacífico.
Un océano donde está situada Samoa y su capital, Apia, que por su cercanía a la mencionada línea es la primera del mundo en darle la bienvenida a los días y, con ello, al año nuevo.
Pero no siempre fue así. Apia y el país al que encabeza protagonizaron en 2011 una triquiñuela espaciotemporal que situó a Samoa a la izquierda de la línea internacional de cambio de fecha.

De hecho, lo singular del cambio administrativo que el país promulgó radica en que el 30 de diciembre de 2011 es un día que jamás se vivió en el país: del las 23:59h del día 29, Samoa pasó a las 00:00h del día 31.
De la cola a la cabeza
De este modo, Apia pasó de ser la última capital global en festejar el cambio de año a hacerlo en primer lugar. Y cabe puntualizar que se trata de la primera capital, porque a decir verdad, no es el primer lugar poblado del planeta en ver el Sol por la mañana; un honor que corresponde a la isla de Kiritimati, en la vecina Kiribati.
¿Por qué este salto al otro lado de la línea que discrimina donde empieza y acaba el día? No, no se trataba de ganar popularidad e inspirar centenares y miles de posts como este, sino de alinearse con la fecha de Nueva Zelanda, Australia y Asia, socios comerciales preferentes del país.
«Ya no tendremos a más gente despertándonos el lunes desde Nueva Zelanda y Australia pensando que es lunes cuando estamos rezando en nuestras iglesias, y viceversa en nuestros viernes, cuando llamamos y nuestros contactos ya están librando durante su sábado», comentaba el Primer Ministro samoano por aquel entonces, Tuilaepa Sailele Malielegaoi.

Así, los casi 38.000 habitantes de Apia –y 180.000 de Samoa–sacrificaron el 30 de diciembre de 2011 por convertirse en los primeros capitalinos en celebrar el año nuevo y en ponerse en marcha tras cada amanecer.
¿Y qué se cuece en Apia cada año nuevo? Nada excepcionalmente diferente de lo que sucede en otras capitales. El hito más célebre de la capital samoana en la Nochevieja son los fuegos artificiales de su puerto, entorno a cuya bahía, en Beach Road, se acumulan los locales para presenciarlos.
Y para hacerlo, orgullosos, antes que nadie en el mundo.
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